lunes, julio 18, 2005
Testigo
De madrugada vi unos dedos recorrer juguetones una espalda desnuda, vi unos ojos mirarme con amor y traspasarme con ternura. Unos labios inquietos callar y besar una boca hermosa. Pasó por ahí una nariz ansiosa a suspirar tu aroma y saborear tu aliento. Y sentí a un alma inquieta encontrar otra igual y hacerse una.
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