No importa si nunca más volvemos a hablar pues llevo siempre en mi corazón la voz de tus consejos. Y aunque nunca más volvieramos a vernos, no importa, te llevas contigo todos mis recuerdos.
Es probable que en los próximos años Yo me pierda tus canas y Tú la conquista de mis sueños pero no importa, me quedo con todo lo que me enseñaste, con el consuelo que me diste y el valor que me heredaste.
Me quedo con la vida que me ayudaste a conseguir y el mundo que me mostraste. Piensa que estaremos bien e ignora la soledad.
Y aunque toda la vida he cometido el error de no decirtelo quiero que sepas que siempre tendrás mi cariño incondicional, mi admiración y mi respeto.
Gracias Papá, aunque se me haya ido la vida en decirlo.
Espero con toda mi alma que allá encuentres la paz que buscas, aunque se te vaya la vida en hacerlo.
Te quiero...
viernes, julio 28, 2006
jueves, mayo 25, 2006
Inicio
Un día, por cosas de la vida, nos volvimos a encontrar.
A lo largo del tiempo compartimos ilusiones, historias y recuerdos.
Relatos que narran nuestra historia nos sobran, palabras nos faltan. Un balcón, el mar, las estrellas, un sofá rojo y el café tal vez los puedan contar.
Hoy hemos detenido el tiempo para emprender un nuevo camino juntos.
Hoy la virtud de nuestro amor ha llenado nuestras vidas.
Esta tarde, por fin, el sueño dejó de serlo.
A lo largo del tiempo compartimos ilusiones, historias y recuerdos.
Relatos que narran nuestra historia nos sobran, palabras nos faltan. Un balcón, el mar, las estrellas, un sofá rojo y el café tal vez los puedan contar.
Hoy hemos detenido el tiempo para emprender un nuevo camino juntos.
Hoy la virtud de nuestro amor ha llenado nuestras vidas.
Esta tarde, por fin, el sueño dejó de serlo.
martes, abril 25, 2006
Sin palabras
¿Cómo decirte lo desnuda que siento el alma cuando hablo contigo?
¿Cómo contarte que lloro, a solas, cuando recuerdo tus abrazos?
¿Cómo traerte de vuelta a mí, cuando nunca debiste haberte ido?
¿Cómo explicarte que eres tan grande que ahora simplemente no puedo con el vacío?
¿Cómo resignarme a vivirte a plazos, a probaditas, sin tenerte, sin mirarte?
¿Cómo dejar de llorar tu distancia cuando parece que nunca se me acaban las lágrimas?
¿Cómo olvidar tu fuerza aferrándose a mi espalda, tu llanto en mi oído, mi corazón encogido?
¿Cómo caminar descalzo sin tus piesesillos a mi lado?
¿Cómo describirte mi amor por ti?
¿Cómo saber que lo sabes?
Sé que debo encontrar las respuestas a estas y otras preguntas, pero hoy mi Rey, hoy no tengo palabras.
¿Cómo contarte que lloro, a solas, cuando recuerdo tus abrazos?
¿Cómo traerte de vuelta a mí, cuando nunca debiste haberte ido?
¿Cómo explicarte que eres tan grande que ahora simplemente no puedo con el vacío?
¿Cómo resignarme a vivirte a plazos, a probaditas, sin tenerte, sin mirarte?
¿Cómo dejar de llorar tu distancia cuando parece que nunca se me acaban las lágrimas?
¿Cómo olvidar tu fuerza aferrándose a mi espalda, tu llanto en mi oído, mi corazón encogido?
¿Cómo caminar descalzo sin tus piesesillos a mi lado?
¿Cómo describirte mi amor por ti?
¿Cómo saber que lo sabes?
Sé que debo encontrar las respuestas a estas y otras preguntas, pero hoy mi Rey, hoy no tengo palabras.
jueves, febrero 02, 2006
En un momento cualquiera
En un momento cualquiera quisiera tomarte en mis brazos y tus labios besar.
En un momento cualquiera espero acercarme a tu rostro y tus ojos mirar.
Quisiera poder en un momento cualquiera escuchar tus deseos, ilusiones y sueños. Quisiera en un momento cualquiera compartir nuestros temores y miedos. Como cuando nos quedamos platicando embriagados en la noche o desnudos por la mañana.
En un momento cualquiera llenar nuestra vida con los pedazos del día a día. Las mismas risas, lagrimas y besos que hemos vivido. Aquellos recuerdos de idas y silencios, de pasión y desenfreno.
En un momento cualquiera apretar los labios contra los tuyos, acariciar tu cintura, tu espalda, tu ombligo.
En un momento cualquiera vivir en tu vida, salir de tus sueños.
Hoy no puedo más, quiero tenerte en mis brazos, quiero que estés conmigo, quiero mirarme en tus ojos todo el tiempo.
Aquí a mi lado, aquí conmigo
En un momento cualquiera espero acercarme a tu rostro y tus ojos mirar.
Quisiera poder en un momento cualquiera escuchar tus deseos, ilusiones y sueños. Quisiera en un momento cualquiera compartir nuestros temores y miedos. Como cuando nos quedamos platicando embriagados en la noche o desnudos por la mañana.
En un momento cualquiera llenar nuestra vida con los pedazos del día a día. Las mismas risas, lagrimas y besos que hemos vivido. Aquellos recuerdos de idas y silencios, de pasión y desenfreno.
En un momento cualquiera apretar los labios contra los tuyos, acariciar tu cintura, tu espalda, tu ombligo.
En un momento cualquiera vivir en tu vida, salir de tus sueños.
Hoy no puedo más, quiero tenerte en mis brazos, quiero que estés conmigo, quiero mirarme en tus ojos todo el tiempo.
Aquí a mi lado, aquí conmigo
domingo, enero 08, 2006
Pasión
Me senté a esperarte. Tardabas años y comenzaba ya a impacientarme cuando te escuché llegar. Al abrir la puerta tu sonrisa como siempre cautivante inició el juego. Sabía que ese día sería diferente, tantas escenas repasadas en mi mente que al final estaba seguro que olvidaría el guión. Siete años son mucho tiempo, sin embargo parecían haber dejado un toque de madurez en ti, una mirada segura y un abrazo cálido lo confirmaron. Sentir tu cuerpo en contacto con el mío y tu pecho tocarme aceleró mi excitación. Percibir tu aliento en mi oído terminó por encenderme. Por instinto y arrastrado por el deseo busqué tus labios, tenía tus besos grabados en la memoria, fue muy grato confirmar que eran reales. Saboreé cada rincón de tus labios y cada sorbo de saliva. Incomparable fue tener tu cabello entre mis dedos. Poco a poco recorrí con mi lengua tu cuello y embriagado por el sabor de tus pezones no pude evitar mordisquear tu pecho. Desesperado por escuchar el gemido de tu corazón hice trizas la blusa arrancando de golpe tu sostén, paseando por tu espalda acaricié tu piel, la besé y bebí atrapado por tu amor. Exploré cada centimetro de tus piernas hasta que no pudiste más y apretando mi cuerpo explotaste en extasis con un grito de placer. Empapados en sudor te hice mía de un solo golpe; un oasis cálido y húmedo encontrado entre tus piernas, fuente inagotable de deseo que me conquistó con su movimiento. Tu pasión junto a la mía es única, inmensa e inigualable. ¿Crees que llegará a ser interminable?